Smiley's People

 

Creador: Simon Langton

En la colección:

En la serie: George Smiley

Tipo: Serie TV

Género: Espías


La BBC renunció a adaptar El honorable colegial (que es casi una continuación directa de El Topo) probablemente porque una adaptación fiel habría requerido un desembolso económico por encima de sus posibilidades (buena parte de la novela se desarrolla en Hong Kong y en varias partes de Asia) y por el hecho de que en esta novela Smiley es, hasta cierto punto, un personaje secundario, eclipsado por Jerry Westerby, el honorable colegial que da título a la novela.

Sin embargo, en 1982 sí que adaptaría el siguiente libro, donde un George ya retirado, es llamado de vuelta por el servicio para que limpie un poco la casa antes de volver definitivamente a las sombras. Pero, durante ese rutinario proceso de limpieza, Smiley descubrirá la debilidad oculta de su enemigo y conseguirá finalmente su victoria.

El reparto repite en buena medida el de la serie anterior, con la notable excepción de Peter Guillam, encarnado en esta ocasión por otro actor, y con interesantes incorporaciones como la de Kurt Jurgens (encarnando al viejo general ruso cuya muerte pondrá a Smiley tras la pista del enemigo).

Esta serie (más breve que la anterior, así como la novela en la que se basa) tiene un tono mucho más crepuscular, casi de derrota. Las entrevistas que Smiley mantiene con sus antiguos subordinados (muchos de ellos retirados o apartados del camino) van de lo patético a lo cruel, y el propio George parece a punto de rendirse más de una vez a lo largo del proceso. No lo hará, sin embargo, llegará hasta el final sólo para descubrir que la victoria tiene un sabor amargo.

En ambas series la interpretación de Alec Guinness roza lo genial, siendo siempre fiel a un personaje que, sin duda, le gustaba (de hecho, accedió a participar en el proyecto porque era un fan de las novelas de Le Carré) y conduciendo la trama hasta su resolución final con paso cansino pero incansable.

Sin duda Tinker, tailor, soldier, spy es superior a Smiley’s People (su ambición narrativa es mayor, así como su interés como mero relato de misterio) pero ambas series en su conjunto forman, desde mi punto de vista, las mejores adaptaciones a la pantalla de la obra de Le Carré.