Una vez más, el editor español vuelve a jugársela a Meyer y cambia el título original («The Canary Trainer»), que hace referencia al canon holmesiano, por otro que considera más comercial. Esto ya había pasado en «Elemental, querido Freud», cuyo título original, «The Seven-per-cent Solution» hacía referencia a los hábitos de cocainómano de Holmes.